Filipenses 4: 7-8
Regocijaos en el Señor siempre
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
La paz de Dios
es diferente a la paz del mundo. La verdadera paz no se encuentra en el
pensamiento positivo o en la ausencia de conflictos o en buenos sentimientos. La
verdadera paz es el producto de saber que Dios tiene el control absoluto de
nuestras vidas.
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